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martes, 5 de noviembre de 2013

¿Por qué mi blog no funciona (como yo creía)?

Aunque prometí (y cumpliré) escribir acerca de las nuevas posibilidades que se abren en el campo del SoLoMo (tras mi grata experiencia la semana pasada en SOLOMO2013 y en vista de que, en mi opinión, hay mucho por aprender al respecto, mucho que probar, y muchos juguetes divertidos con los que ponerse a ello) he decidido hacer un alto en el camino para hablar de lo que (realmente) importa (a mí y no sé si a muchos compañeros, pero a mí primero): vale, lo suelto: me esperaba otra cosa de esto de tener un blog. No sé: ¿no os pasa? Vale que no pretendía (ni pretendo) sentar cátedra; vale que no se trata de llegar y besar el santo; pero: ¡caramba!: sí que es difícil esto de mantener con vida un espacio de opinión propio si lo tienes que combinar con el trabajo, la familia, la vida en general. Y se torna aún más difícil si no terminan de cumplir determinadas expectativas.

No me extenderé en detalles sombríos. Más bien lo que pretendía era reflexionar. Desahogarme. Veamos: mis premisas. Premisa uno: ¿para quién escribo? Evidentemente, cuando uno dispone de un espacio privado para expresarse, lo lógico es asumir que, en primer lugar, uno escribe para sí mismo. Si esto es así, ¿por qué obsesionarse con aspectos como el diseño (¿quiero que me lean o que me miren?), el SEO (¿acaso escribo para Google o para una masa incierta de personas?) o las estadísticas (si en el fondo te da igual ocho que ochenta, no te da de comer)? Porque nos puede el ego. Nos cuesta asumir que lo que nosotros contamos puede no ser relevante para otros individuos. Y para disfrutar es imprescindible dejar de lado el ego y escribir sin pensar en el qué dirán (si es que dicen algo). Premisa dos: ¿por qué escribo? Porque quiero. Y he ahí el quid de la cuestión: ya que si en algún momento descubres que estás escribiendo por una obligación malsana, ya no hay frescura. Y eso se nota. Textos desganados, que acumulan retahílas infinitas de datos pero que, en el fondo, no respiran, no se dejan leer (se digieren, eso sí, pero cuesta tragarlos). En el momento en el que incumpla mis premisas, honestamente, prefiero dejarlo (ya lo hice una vez, no será tan difícil).

Veamos: mis objetivos. El hecho de haber tenido cierta experiencia en publicidad digital me permite ver, con meridiana claridad, que un sitio web sólo puede ser rentable si acumula mucho tráfico (condición sine qua non: sin usuarios no hay paraíso; los listillos lo denominan cobertura) y si, además, dicho tráfico tiene una cierta cualificación (el otro término clave: afinidad; que puedes aprovechar para monetizar en afiliación o performance, eso sí: si lo tienes claro, porque en esos modelos eres tú como responsable de tu sitio web el que selecciona y mide la eficacia y resultados de las acciones). Es por eso que sé, a ciencia cierta, que será harto improbable que alguien como yo pueda vivir (con cierta dignidad, sino para qué) de un blog propio. Ergo, asumo: mi objetivo no es el dinero. Entonces, ¿cuál?, ¿la marca personal quizás? Pues ahí creo que nos vamos acercando (y no negaré que mi marca personal me importa, y mucho: creo que en un futuro muy cercano no bastará con saber hacer las cosas y hacerlas bien, será imprescindible que muchos lo sepan). Pero terminas entendiendo que no generas tu marca personal escribiendo en tu blog, sino teniendo tu blog. ¿Confuso? Me explico: parece que forma parte del reglamento oficial del personal branding contar con una bitácora propia, centrada en la temática en la cual pretendas destacar. Pero eso no significa que debas devanarte los sesos: basta con ser un, razonablemente bueno, curador de contenidos. Luego tampoco ese es mi objetivo final (tendría otro tipo de diario digital si lo fuera; me lo anoto por si acaso, quizás pueda combinarlos, o no). Compartir: quien habla solo espera hablar con Dios un día, decía Machado. Sí: ese es mi objetivo. Compartir. No se trata de lo mucho que creas que sepas: tu percepción de lo que sabes es lo relevante. Y es esa percepción lo que, al menos en mi caso, deseo que otros conozcan; porque tal vez de sus observaciones y comentarios pueda sacar provecho y reforzar (o reconducir si se tercia; de ahí que asumir la ignorancia de uno sea el punto de partida clave para poder enseñar). Compartir: pero como una vía de dos sentidos.

Y ahí está el punto en el que mi blog no está funcionando como yo creía: no estoy alcanzando el nivel de interacción que esperaba (no me refiero a páginas vistas, más bien a charlas generadas, a conclusiones extraídas). Analizándolo con un poco más de profundidad he encontrado varios factores que me penalizan, pero que me cuesta corregir: la periodicidad (esto quizás parezca lo más sencillo, pero tampoco es que lo sea: no quiero alejarme de mis premisas uno y dos), el diseño y funcionalidades (aquí te das cuenta de que los conocimientos teóricos no lo son todo, ¿algún voluntario para hacer un tandem?), la estrategia de dinamización (basada en los canales que más sencillo me resulta tocar, es decir, mis propios entornos sociales, sin ahondar lo que debiera en una búsqueda más profunda de potenciales "influencers" que mejorasen el alcance de mis publicaciones) y la complejidad (en eso sí me quiero esforzar) de alcanzar a determinados públicos objetivos en los momentos adecuados (que seguro que existen), o lo que es lo mismo: una adecuada labor de SEO (si me atreviera a pedirle ayuda a Juan Moyano en esto avanzaría más deprisa) combinada con PR y Social Media (vamos, lo mismo que intentamos hacer con las marcas para las que trabajamos, pero restringido a un entorno personal y sin más recursos que los propios, que son, o suelen ser, escasos).

Y, llegados a este punto: lo intentamos de nuevo: ¿cuáles eran las premisas y objetivos de vuestros blogs personales?, ¿en qué punto os encontráis en relación a lo que, en un principio, os planteasteis?

8 comentarios:

  1. Amigo Jordi, realmente se puede vivir de tu blog. Es harto complicado pero posible. Yo comencé poco a poco, con constancia y esmero, y ahí tengo ya a tres personas contratadas...

    Como digo no es fácil. Es importante tener muy clara esa idea de "yo tengo que ganar dinero con esto" y optimizar tu trabajo a ese fin. Y hay que trabajarlo todo, y cuando digo todo, es todo. Lo primero, los contenidos de calidad, los segundo, la constancia, lo tercero, el SEO, lo cuarto, las redes sociales, lo quinto... etc, etc.

    Si lo que quieres es que te lean y no buscas pretensiones económicas, fácil lo tienes, escribe en blogs o webs de acto impacto, con miles o cientos de miles de visitas. Ahí tendrás la discusión que te mereces. Abierta tienes la puerta de nuestra web.

    Lo que si puedo decirte sin genero de dudas, es que hay un momento crítico, que creo que es por el que tú estás pasando, en el que se nota el esfuerzo que denota tener una web activa y uno no ve los resultados, pero si pasas esa etapa, todo es más gratificante. E, indudablemente, conseguir monetizar una web, para mi es fundamental para que no acabe, al cabo de los seis meses, en el olvido.

    Aquí me tienes para lo que necesites....

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    1. Vicente, usted es rara avis, y lo sabe. Pero mira que te tomo la palabra...

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  2. ¡Hola Jordi!

    Me ha parecido genial tu post en el que expresas muy bien las inquietudes que tú y la mayoría de los blogueros tenemos para intentar conseguir el reconocimiento de una comunidad que nos permita tener una marca personal conocida. Lo comparto.

    Un abrazo

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    1. Gracias, Alfredo. Como digo, no es tanto la marca personal como el ansia (bueno, tampoco tanto) de aprendizaje. Y en un sector como el nuestro solo se aprende con prueba y error y discusiones filosóficas...

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  3. De hecho, casualmente la semana pasadaa estaba pensando en varias cuestiones que expresaste. Por ejemplo, para quién escribo.¿ No es acaso uno mismo el primer y principal receptor de su propia emisión? Es reflexionar y hacer explícitas las buenas ideas que uno cree que puede hacer públicas, sin intentar ser exclavo de la cantidas de vistas o del "+1", pero teniendo la hermosa oportunidad de encontrarse con gente que comparta tus propias opiniones y las enriquezca o te ayude a transformarlas para bien.

    De todas maneras uno tiende a desepcionarse por la poca interacción que se genra como consecuencia, entre otras cosas, por el individualismo. Muy presente en internet, y que hace, en el mundo bloggero una desesperación por compartir lo de uno pero no así de leer lo que otros compartes.
    Saludos!

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    1. Como decíamos en Google+: no te falta razón. E insisto: empezando por mí mismo...

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  4. Hola Jordi,
    Más que yo, la que se hace esa pregunta es mi mujer. Cuando ve la cantidad de horas que le dedico a la investigación (leer y leer), a probar diferentes herramientas o acciones, para luego poder hablar de ello, en fin a la creación de contenidos.
    Pero, aunque mi principal objetivo no se ha cumplido todavía, en lo referente a marca personal y conocimientos adquiridos, +/- sí.
    Es hoy, ayer, y lo sera mañana, que me preguntare lo mismo que tú, pero hasta ahora pienso que esto es parte de mí y no entiendo como tarde tantos años en detectarlo (bueno, mañana quien sabe, quizás me canse y haga otra cosa, soy humano).
    Te cuento que estoy a punto de cumplir mi primer año de vida con el blog y con más de 100 artículos escritos me sitúo en medio de una muy posible migración de Wordpress .COM a .ORG que me dé más posibilidades de seguir creciendo y de poder potenciar esas más de 300 visitas y más de 500 páginas vistas por día de promedio (se me queda corta esa plataforma). En fin todo son decisiones, jeje.
    Una cosa que he descubierto en este año es que cuando tenía menos seguidores en RRSS y me centraba más en el blog había menos visitas pero más comentarios (pero no me quejo).
    Bueno me enrolle y ya es tarde, no te desanimes y sigue escribiendo que a mí me gusta lo que haces (eso sí, trata de separar más los párrafos y poner una letra más grande que uno ya tiene una edad y le cuesta leer, jeje)
    Un abrazo y nos vemos por todas las redes.
    José

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  5. Buenos días Jordi:

    Tengo que reconocer que la sinceridad de tus palabras me ha dejado sorprendida.
    En mi caso el blog constituye un continuo aprendizaje y un grandísimo esfuerzo necesario para el desarrollo de mi marca personal.
    Entiendo que la necesaria constancia que necesita el mantenimiento de un blog en condiciones aceptables es un esfuerzo mayor del que puede parecer en un principio o visto desde fuera, por lo que, tiene que ser algo que realmente te apasione y disfrutes, ya que en caso contrario, enseguida se notará, como tu bien dices, en la redacción insulsa de los post.
    Por otro lado, creo entender que una de tus aspiraciones es el poder compartir e interactuar con el resto, cosa que estás echando en falta....¿no podría ser que todos vamos con el tiempo ajustado? Porque sinceramente, yo me paso el día corriendo para llegar a todo lo que tengo que hacer y deseando que el día tenga más horas ...pero cuando te gusta lo que haces...no solo no te importa sino que lo disfrutas.
    ¿No crees que es muy gratificante poder dejar por escrito tus pensamientos y reflexiones para que cualquiera pueda compartirlos?.....
    Bueno, un saludo que tengo montones de cositas que hacer y ya me he enrollado mucho. :-)

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