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sábado, 5 de octubre de 2013

Charlas de frikis

Ha sido una semana peculiar. Mucho trabajo. Muchos sinsabores (algunas discusiones, eso que no falte: no se puede contentar a todo el mundo). Tanto por hacer y tan poco tiempo. Pero entre idas y venidas, a ratos muertos, he tenido la ocasión de coincidir, en diversos escenarios, con personas muy interesantes. Lo mejor de las personas interesantes es, sin duda, todo lo que te pueden aportar casi sin darse cuenta: no importa el contexto en el que arranque la conversación: siempre aparece el hueco por el que empiezan a colarse las ideíllas peregrinas que marcan la frontera entre intentar arreglar las cosas y quedarnos como estábamos.




Las charlas para frikis son como los parques multiaventura. Es mejor ir provisto de un casco y bien asegurado con un arnés: no dejas de lanzarte por una tirolina tras otra. Y, a veces, te quedas a medio camino y debes reptar (y es incómodo a más no poder) para llegar al final de una frase. Son tantos los temas, y se suceden tan deprisa. Hay gente en este país, alrededor de cada uno de nosotros, que tiene el potencial para cambiar algo, el conocimiento para hacerlo y hasta las ganas de ponerse a ello. No hablo de emprendedores (esa palabra tan de moda y que están consiguiendo convertir en el símbolo de algo que no existe) sino de pequeños empresarios, gente que da trabajo aún a riesgo de su propio patrimonio (bueno, y en ocasiones a riesgo del patrimonio de sus inversores, pero el caso es que el dinero se mueva), no sólo con ideas, también con hechos. Dentro del mundo de lo digital (otra palabrota, también muy de moda: es ese entorno casi utópico para algunos, denostado para otros y críptico para casi todos) hay un camino. De acuerdo: no es un camino fácil. Para empezar porque la llegada de las nuevas tecnologías lo primero que ha hecho es dejar sin trabajo a un montón de gente (verdad, verdadera: y a muchos esto les pilló con el paso cambiado) en un montón de sectores (hablo con conocimiento de causa: trabajé muchos años en prensa y sé como andan; por no hablar de otros tantos). Para seguir porque, pese a que internet está cambiando a velocidad de vértigo la forma que teníamos de hacer las cosas, no lo está haciendo igual para todo el mundo (y, sí: asumimos que algunos de nosotros a veces vivimos en una burbuja aislada del mundanal ruido). Sin embargo tenemos algo que en otras partes han perdido: esperanza. Quizás porque estamos acostumbrándonos a un mundo en evolución contínua que fuera parece permanecer quieto, quizás porque somos culos inquietos, en búsqueda permanente de nuevos modelos de negocio (llámalo social media, e-commerce, webTV, publicidad online en todas sus vertientes, marketing digital, geolocalización o directamente X si lo prefieres) pero sin perder de vista (bueno, al menos casi todos los frikis con los que yo hablé esta semana), porque no se puede perder de vista, la conexión con el "mundo real", que es donde está la pasta, donde la gente la gasta en comprar cosas y pagar servicios. Porque vivimos en un mundo de "cosas" tangibles y "servicios" tangibles. No comemos unos y ceros (aún).   

Lo más grande de las charlas de frikis es que sales con la sensación de que algo se puede cambiar. Despacio. Vale. Pero se puede.

2 comentarios:

  1. Antes que nada, enhorabuena por tu blog.
    Seguidamente te dejo un enlace a una página
    de productos naturales y plantas medicinales
    a muy buen precio.

    http://goo.gl/7j3dT1

    Saludos!

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